Seguimos por Campoo. En el extremo sur de la región se emplaza este municipio, que con 298,2 km2 de superficie es el más extenso de Cantabria. Limita al oeste con el término de Valdeprado del Río, al este con la provincia de Burgos y al sur con la de Palencia, quedando definido su territorio por el borde horizontal y calizo correspondiente al páramo de La Lora.
En este entorno privilegiado que surca el río Ebro –del que deriva su nombre– antes de abandonar tierras cántabras, abundan los recursos naturales, como es el caso del Monte Hijedo, uno de los bosques caducifolios más importantes de la región.
Sus poco más de 1.000 habitantes se reparten por los 52 núcleos que lo integran, la mayoría de los cuales no alcanzan la treintena de vecinos, lo que supone una bajísima densidad de población, de 3,8 hab/km2. Su capital, Polientes, dista 110 km de Santander.
Lo más destacable de su evolución demográfica es el espectacular y rápido descenso experimentado en el valle, sobre todo a partir de los años cincuenta, perdiendo a lo largo del siglo XX y hasta la actualidad prácticamente el 88% de sus efectivos. A esta caída ha contribuido la falta de desarrollo industrial en esta zona, dedicada casi en exclusiva a las actividades agropecuarias, y en especial a cultivos, destacando el de patata, su producto ‘bandera’.
En los últimos años se ha potenciado el turismo en la zona, suponiendo éste una nueva e interesante fuente de ingresos. Entre los atractivos que encuentra el turista que acude a Valderredible sobresale su rico patrimonio etnográfico e histórico.
Además de los múltiples vestigios arqueológicos descubiertos en la zona, en este valle se concentra el fenómeno de las ermitas rupestres, entre las que figuran las de Santa María de Valverde y Arroyuelos, manifestaciones de las comunidades cristianas en la época de la Repoblación (siglos IX y X).
El estilo románico es el predominante en la mayoría de las iglesias existentes en sus numerosos pueblos, destacando por encima de todas ellas la colegiata de San Martín de Elines, una de las más monumentales de Cantabria.