Seguro que si has estado en Cantabria has visitado la neocueva de Altamira, inaugurada en 2001, es una reproducción tridimensional de la más famosa cueva prehistórica con arte rupestre Paleolítico que existe en el mundo.
Realizada con la más moderna tecnología, representa cómo era la cueva entre 40.000 y 30.000 años atrás, cuando estuvo habitada por grupos de cazadores y recolectores.
La Neocueva reproduce fielmente el maravilloso Gran Techo o techo de “los polícromos” con representaciones de bisontes, caballos, ciervos, cabras y signos, pintados por el maestro o maestros de Altamira.
El Museo de Altamira
El Museo de Altamira, que incluye en su interior la citada Neocueva, exhibe de manera permanente la exposición Los Tiempos de Altamira, una valiosa colección arqueológica del Paleolítico.
Organiza, además, diversas actividades y talleres dirigidos a conocer cómo era la vida de quienes habitaron y pintaron la cueva. Descubierta en 1879 por Marcelino Sanz de Sautuola y su hija María, la cueva original fue abierta al público por vez primera en 1917, siendo declarada Monumento Nacional en 1924 y Patrimonio de la Humanidad en 1985.
Desde el principio se convirtió en uno de los destinos más visitados de España y en un icono turístico de Cantabria. Cerrada en 2002 tras detectarse problemas de conservación, en la actualidad se está a la espera de informes científicos para decidir su futuro.
La Neocueva presenta Altamira tal y como era entre hace 35.000 y 13.000 años, cuando la habitaron distintos grupos de cazadores recolectores. Su recorrido permite al visitante conocer el hábitat de sus pobladores y la belleza de su arte rupestre. Es una reproducción tridimensional, rigurosa y exacta, basada en el conocimiento científico y realizada con la más moderna tecnología.
En la exposición los tiempos de Altamira, nos sorprenderemos con la historia del descubrimiento de la cueva de Altamira, de la mano de Marcelino Sanz de Sautuola. Además, averiguaremos cómo trabaja un arqueólogo en su laboratorio; y conoceremos mejor a las personas que vivieron en la época de Altamira, durante el Paleolítico superior, a través de recreaciones, películas, escenografías, dibujos animados y la mejor colección arqueológica de este período, con más de 400 objetos originales procedentes de las colecciones del Museo, así como de otras instituciones nacionales e internacionales.
El Museo de Altamira acoge desde el 15 de julio hasta el 16 de octubre la exposición temporal El largo viaje… De Altamira a la Cueva Pintada. Esta exposición está organizada de forma conjunta con el Museo y Parque Arqueológico de Cueva Pintada como fruto de una larga colaboración entre ambas instituciones.
Se trata de dos exposiciones paralelas en dos sedes distintas que comparten un mismo título, un mismo guion expositivo y una misma imagen gráfica. De igual forma, se ha realizado una selección equivalente de bienes culturales de la Cueva Pintada de Gáldar y de la cueva de Altamira en cuanto a su significado cultural.
La exposición aborda el uso de las cuevas como espacios de expresión simbólica por dos comunidades culturales tan diferentes como las sociedades de cazadores-recolectores del Paleolítico superior en la cueva de Altamira, y las sociedades pastoriles de los siglos VII al XVI de la Cueva Pintada de Gáldar.
El largo viaje… De Altamira a la Cueva Pintada plantea un enfoque poco habitual entre los museos insulares y los del territorio peninsular que invita a establecer una comparación entre dos culturas distanciadas, tanto en el tiempo, como en el espacio.
No nos gustó mucho, si que es educativo para niños y niñas x entender cómo se vivía en aquella época y se anticipan que se quiera conservar los murales xro al menos ver algo real, es una reproducción y fuimos con una idea y salimos nosotros mi hija algo desepcionados. Hemos estado haciendo otras cuevas y lo tenían muy bien montado con una gran restricción, pero al menos ves murales reales.
A pesar de ser una reproducción merece totalmente la pena. El único “pero” que los guías debían llevar algún tipo de micrófono o similar pues te pierdes muchas explicaciones por el jaleo de otros grupos
La verdad es que aunque en las fotos luce, no ha cubierto las expectativas ni de lejos.La compra de entradas online estaba bloqueada y para comprar presencialmente 1h de cola.Desde la compra, hasta la hora asignada de pase en modalidad visita libre, otra hora y poco más de espera.El personal en su mayor parte, bastante desagradable (todos los que hemos tratado, menos la señorita de la entrada del museo).El museo es pequeño y muy repetitivo. Si no has visto ninguno otro de esta tematica es correcto, pero no creo que esté a la altura de las expectativas de las famosas Cuevas de Altamira.Nuestro pase de acceso a la réplica de la cueva ha sido hoy a las 13.35. Al entrar un vídeo de 4 minutos, de una calidad pésima, tanto a efectos de producción audiovisual como a efectos de documentación histórica. Hasta donde tengo entendido, los flequillos rectos y las barbas perfectamente rasuradas, no son estilos de las sociedades prehistóricas... son detalles que hacen perder credibilidad al audiovisual. Despues de que el audiovisual merme las expectativas en picado, el acceso a la cueva al acabar el audiovisual, queda totalmente empobrecido y sin poder comparar con la cueva original, la réplica, no parece de gran calidad; conociendo en primera persona el trabajo de decoradores y escenógrafos de cine, teatro, parques temáticos y escape rooms, el trabajo presenciado en esta réplica me parece mediocre y lejos de la altura de la reputación del sitio a visitar.
Muy buena visita.Llegamos a las 9:30 h (hora a la que abre la taquilla). Contábamos con que tendríamos que esperar cola, así que no hubo problema con eso.La cola fue de más o menos 1 hora. Cuando nos atendieron solo había visita a la cueva a las 13:40 h. No podíamos comprarla para el día siguiente, así que la cogimos para última hora de la tarde y aprovechar el día en otra cosa.Nos salió gratis por ser docente.Vimos primero el museo y muy bien. Después la cueva y también bien.
Es un sitio de visita obligatoria para entender mejor el origen de la especie humana. El museo está muy bien, hay una gran información bien puesta y ordenada. También tiene escenarios que recrean diferentes ámbitos de la vida que tenía el ser humano en sus albores. Con respecto a la cueva, no se puede visitar la original para evitar el deterioro de esta, pero han realizado una gran recreación de la original, que con la visita guiada te sumerge en el conocimiento y entendimiento de la cueva. La original se puede ver la entrada desde un mirador. Es recomendable sacar las entradas online para evitar colas. Me encantó visitar Altamira, y como he dicho al principio de la reseña, creo que es un lugar de visita obligatoria para conocernos mejor.
Una parte es el museo y otra es la imitación de las cuevas. La parte del museo está muy bien ya que tiene un montón de piezas y recreaciones explicando la evolución y la historia de la cueva. La parte de la cueva tiene un horario para entrar y es una visita de unos 15 minutos en la que en primer lugar ves un vídeo de 5 minutos y después se pasa a ver la neocueva. Estas dos visitas no son muy largas, pero por el precio de la entrada merece la pena.Quiero puntualizar que llegamos al recinto al poco de abrir las taquillas y ya había unas 10 personas esperando a la cola. Sólo tenían una persona atendiendo. Cada vez que llegaba un guía con un grupo que tenía reserva se ponía en primer lugar y era atendido, haciendo que la cola de gente que iba a comprar su entrada apenas avanzase. Cuando salimos del museo esta cola era al menos cuatro veces más grande. Nosotros con 10 personas delante tuvimos que esperar sobre 30 minutos, no quiero pensar los que tenían 30 personas por delante.Deberían mejorar este sistema de entradas y taquillas.
Experiencia maravillosa. Aunque solo se puede visitar la réplica de la cueva es una experiencia imprescindible, la reproducción es hipnótica y el poder detenerse en cada detalle ha sido un placer.